Los niños que nacen en el circo no tardan en querer imitar a sus padres. Crecen viendo los espectáculos, viendo como los artistas hacen cosas increíbles que nadie consigue hacer, ven a los espectadores aplaudiendo atentos y entusiasmados, ven sus caras de alegría y de suspense y eso hace huella en ellos desde muy jovencitos. Observan los trajes, la purpurina, como se maquillan y todo eso, acaba por llamarles la atención.
A los 3, 4 años empiezan con sus primeros pinitos caseros, dando las primeras volteretas o haciendo ver que son los protagonistas de su actuación favorita y es a esa misma edad, a la que empiezan a tener una pequeña rutina diaria de entrenamiento, unos entrenamientos que ellos disfrutan con ilusión y entusiasmo, como un juego; pero que a medida que pasa el tiempo, se van volviendo cada vez más serios. La disciplina de esos ensayos son la que llevarán con ellos a lo largo de sus vidas, la que les enseñara a respetar y amar esta vida de circo que tanto nos gusta y que más que un trabajo consideramos una pasión.
Benicio y Charmelle son un claro ejemplo de dos niños nacidos en el circo. Hermanos entre si, son la quinta generación de la familia Raluy y los mas jóvenes. A sus 8 y 9 años muestran una elasticidad y flexibilidad asombrosa gracias a los estiramientos que desde bebés , sus padres les inculcaban como un juego. Todas las tardes hacen sus ejercicios y sus equilibrios y tocan un poco de todo, teniendo así, una buena base para cualquier disciplina que elijan en un futuro.
Este año han querido debutar en el espectáculo, con una pequeña exhibición acrobática ,aunque como cualquier otro niño de su edad, la prioridad son los estudios , pero dada la vida nómada que llevan, ellos lo hacen por correspondencia y todas las mañanas le dedican varias horas , desde su nacimiento son trilingües hablando perfectamente Inglés, Español y Frances. Como extra , sus ensayos todas las tardes, ellos seguirán con ambas cosas, para en un futuro, tener un abanico más grande de posibilidades, aunque su ilusión es seguir con el Legado ( Legacy ) de sus bisabuelos, así que no es de extrañar que en unos años les veamos haciendo algún numero espectacular como el de sus padres (telas aéreas de Jean Christophe y Kerry Raluy) o como cualquier otro de sus compañeros.
